1. Análisis y definición de proyecto
El punto de partida ante cualquier proyecto, es el análisis actual de la marca. Para ello, estudiamos el estado de cada una de ellas, esté ya formalizada o no, porque esto nos ayudará a comprender el estado, problemas y objetivos a los que queremos llegar, tan bien como el propio equipo interno.
2. Trabajo autónomo del equipo
Una vez tengamos claro nuestro objetivo, es el momento de que el equipo empiece a trabajar para descubrir los puntos débiles a reforzar y los fuertes a explotar.
En este punto, llevaremos a cabo un mapeo para detectar puntos fuertes en marcas personales similares y desglosaremos la ruta a seguir para conseguir lograr los objetivos marcados en la fase inicial.
Durante esta fase podremos sacar conclusiones acerca de:
¿Cómo comunica nuestra competencia? ¿Qué hacen bien y qué hacen mal? Encontraremos nuestro espacio competitivo para garantizar que nuestros principales competidores no puedan suplantarnos en nuestro nicho de mercado.
En el proceso de trabajo autónomo del equipo, vamos a definir las bases de nuestra nueva estrategia. De este proceso obtendremos un informe que se presentará a cliente con:
3. Informe y resultados: Datos, Definición de objetivos, Herramientas, Definición de oportunidades y Estrategia.