1. Análisis y definición de proyecto
El punto de partida ante cualquier proyecto, es el análisis actual de la marca. Para ello, estudiamos el estado de cada una de ellas, esté ya formalizada o no, porque esto nos ayudará a comprender el estado, problemas y objetivos a los que queremos llegar, tan bien como el propio equipo interno.
2. Creación de la personalidad de Marca
Teniendo marcados los objetivos de la marca respecto a su imagen y servicio, llega el momento de definir un discurso y personalidad diferenciadora que utilizar en nuestra estrategia de posicionamiento, y que impacte en el público frente a nuestra competencia. Esto nos ayudará a poseer una conexión emocional reconocible en la mente de nuestro público. (Territorio de marca, arquetipos de marca y tono de comunicación)
3. Desarrollo de la Identidad Verbal
Llegados a este punto y con un posicionamiento de marca y una personalidad definida, quedaría trasladar estos datos a una forma visual y reconocible. Para ello, comenzaremos con la identidad escrita y hablada de nuestra marca donde distinguiremos:
- Naming - Creación o estudio de viabilidad del nombre de la marca.
- Tagline - Frase breve diseñada para expresar de manera memorable y concisa, la idea e intención de nuestra marca.
- Manifesto - Contenido escrito de nuestra marca donde reuniremos: nuestro propósito, intención, misión, visión y valores.
- Storytelling - Formato donde contaremos la historia del concepto de la marca o historia de las personas que hay detrás. Nos ayudará a conectar emocionalmente a nuestro target con la marca.
4. Creación y desarrollo de Identidad Visual
Con todos los conceptos definidos en palabras, únicamente nos quedaría aportarles un formato visual y reconocible a todos ellos. Llega el momento de dar un formato visual diferenciador a nuestra marca mediante: logotipo, universo visual, tipografía, colores, estilo audiovisual, retícula y piezas.