Hoy, antes que personas, somos marcas.
Si bien en el último post hablábamos de la importancia de construir marcas como si éstas fueran personas, ¿cómo se construyen las marcas de las personas? ¿Qué factores hay que tener en cuenta a la hora de construir una marca personal?
Lo que hace años pudiera parecer impensable, ahora, con un mundo globalizado y cargado de competencia cualificada, unida al auge de las redes sociales como linkedin, twitter e incluso instagram, se ha convertido en una necesidad. “La mujer del César no sólo debe serlo, sino parecerlo”, habrás escuchado en multitud de ocasiones. ¡Y qué cierto es! ¡Esto también es branding y comunicación!
Primero, véndete a ti mismo. Después, vende lo que vendas. La máxima que no debes de olvidar es la confianza. Si confío en ti, es más fácil que compre tu producto. Si éste es bueno, o no tan bueno, está en un segundo plano. Por que… como confío, compro. Ahora bien, si no confío, no compraré, independientemente de si lo que vendo es de la mejor calidad.

La ya súper-conocida Marie Kondo, ha creado un imperio alrededor de su marca personal.
Empatizando a través de una conexión emocional que todo el mundo sufre (el desorden) ha dado pie a la aparición de miles de productos de venta.
¿Cómo conseguirlo?
Entonces, ¿cómo se construye la confianza? Con AUTENTICIDAD. Recordad que vivimos en la sociedad del “copia y pega”. Verás (te animamos a hacer el ejercicio) que entre tus seguidores, ya sea en linkedin, instagram o facebook, el contenido que comparten es idéntico de entre la mayoría. Recomendarán artículos similares, escogerán un tono comunicativo parecido en sus publicaciones y mostrarán únicamente hábitos o experiencias atractivas de su vida. Lo que ocurre en estos casos, es que las marcas personales se encuentran inspiradas por elementos como el ego, la “mentalidad del rebaño” o incluso el aplauso al trabajo de terceros. En definitiva, se sustentan sobre superficialidad y como consecuencia, no se sostienen en el largo plazo.
Una persona auténtica es una persona pura, genuina, real. Sin autenticidad, nunca tendrás una marca personal eficiente. Si la gente te encuentra auténtica, confiarán en ti. Si confían en ti, harán negocios contigo. Encuentra tu nicho y enfócate a ellos. No intentes agradar a todo el mundo. Habla de lo que se te da bien, muestra tus virtudes y comunícalas con total transparencia, aportado valor en tu marketing de contenidos. ¡Y por cierto! Comunícalas en los soportes en los que te sientas cómodo. Identifica tus fortalezas y manténte firme en ellas. Si eres malo grabando vídeos, no te dirijas a tu público objetivo vía video. Si eres bueno escribiendo, entonces escribe. No hace falta que desveles todos tus secretos en tus interacciones en redes sociales, pero sí muestra algunos de ellos, y no tengas miedo. Recuerda que cuando colaboras o cooperas, fomentas la cultura de la confianza y adquieres valor como persona.

«Usted Puede Ser Lo Bueno Que Quiera Ser» o «It’s Not How Good You Are» de Paul Arden, repasa de manera muy visual conceptos que te ayudarán a ordenar tus oportunidades como marca.
Si unimos estos conceptos a otros como el contar tu historia contemplando el “por qué haces lo que haces” (tu propósito), o la consistencia en tu mensaje (si te mantienes consistente en tu plan de acción no tardarás en ser recordado como un experto en tu sector) con elementos únicos en tus interacciones (por ejemplo, abrir y/o cerrar las comunicaciones siempre de la misma manera), será mucho más sencillo para ti construir una marca personal eficiente.